En un despacho de abogados en Madrid capital, los profesionales están capacitados para proporcionar orientación especializada en asuntos concursales. Es fundamental comprender las diferencias entre dos conceptos aparentemente similares pero que implican trayectorias legales divergentes: el concurso de acreedores y la quiebra.  

Concurso de acreedores vs. quiebra

El concurso de acreedores es un procedimiento legal diseñado para abordar situaciones de endeudamiento abrumador. Cuando una entidad, ya sea una empresa o una persona, se encuentra en una situación financiera difícil, puede solicitar el concurso de acreedores con el objetivo de reorganizar sus deudas y evitar la quiebra. Este proceso se centra en encontrar soluciones que permitan el pago a los acreedores de manera más sostenible. Durante el concurso de acreedores, se negocian acuerdos con los acreedores para reestructurar las deudas, ajustar plazos de pago o incluso reducir los montos adeudados.

La quiebra, por otro lado, representa el final de la línea para una entidad insolvente. Cuando los esfuerzos de reorganización a través del concurso de acreedores no tienen éxito o no son viables, la entidad se ve abocada a la quiebra. Este proceso implica la liquidación de los activos de la entidad para satisfacer, en la medida de lo posible, las deudas pendientes.

En la quiebra, un síndico o administrador toma el control de los activos de la entidad y los vende para obtener fondos. Estos fondos se distribuyen entre los acreedores en función de la clasificación establecida por la legislación concursal.